60. no quiero inventar un titulo;(

Hola a todas, ya sabran que mi humor a pesar de sonreir y que el tiempo usualmente cura todo no estoy de muchos animos pero necesito distraerme con urgencia a 100000000000000000 porque no quiero pensar en lo que se avecina (no tiene nada que ver con el 2012 el 21 de diciembre) sino en otras cosas...

Bueno, estoy aqui para decir que... 

1. AME <3 AMANECER en cuanto la vi, mi amiga lloro tanto al final no fue Vero, fue alguien mas:( no la disfrute igual pero pues, la vi y ya es lo que importo:P

2. Ya actualizaron los nuevos Fanfics de la pagina que les deje la vez pasada:)

3. Dios mio de mi vida, voy para 4to semestre solo este y a la Facultad :O que miedi

4. Quizas no hayan escuchado de ella pero bueno, mis respetos a Jenni Rivera (1969-2012) una interprete de musica regional mexicana, pop, balada, Rock y Ex- Couch de la de La Voz... Mexico :'( Q.D.E.P

Comprendo a su familia por que mi abuelita murio hace poco, tardaran en superarlo mas por la forma en que murio, pero lo que menos queria "La diva de la banda" era que se sintieran asi por ella :')  

esta de mis canciones que mas me gustan, bueno no tanto pero ella cantaba muy bien:) 

Bueno ahora si les dejo un capitulo y el deseado POV. Alec y asi ojala les guste la cancion:) creo que hasta queda con lo de hoy:P  

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Pov. Reneesme

Lucas atravesó la puerta con un semblante de serenidad con esa sonrisa boba en su rostro, se le veía tan feliz.

-¿Ya tengo cuñada? – le pregunte sonriendo cuando llego a la sala.

-Si – respondió con simplicidad – es la mejor – dijo para si.

No le importaron las bromas de Emett, ni las preguntas incomodas de Alice, tampoco las preguntas de Bella de cuando la traería a la casa como su novia oficial, Jazz también miraba a Alice con amor al sentir las emociones de Lucas, bueno siempre la miraba igual. Un mensaje vibro en mi celular, subí a mi habitación corriendo para revisarlo. Era de Alec.

No podre verte hoy, lo siento.

Te veré mañana en la escuela, te quiero Alec.

Me ahorro un mensaje. Sonreí como tonta, era novia de un vampiro. Cambie el calor por el frio, no es que ya no quisiera a… el, solo que se quedo atrapado en un rinconcito de mi mente y de mi corazón, donde no me provoca dolor siendo solo un recuerdo. Suspire, seria un recuerdo que no olvidaría jamás.

Fui al salón de música/estudio de danza, hace mucho que no me ponía a tocar el piano, ya no la hacia tan seguido como antes de mudarnos, casi siempre acompañaba a papa o a tia Rose, tocaba para la familia o para… Jacob. El hueco en mi pecho se volvió a abrir, me dolía pero no como antes, mi familia no sabia nada de lo que sucedió con Jacob, esa es la parte faltante de mi historia; tenia justificación que me sintiera mal por mi incidente, el que lo creyera que se decepcionarían pero aun asi no terminaban de comprender. Ya no les causaría más problemas, a nadie.

-Estas muy triste – no escuche a tío Jazz llegar, gire el banquillo y ahí estaba el recargado en el marco de la puerta con aire casual y con una mueca de tristeza. – hace un momento irradiabas felicidad, ¿Qué paso…? – su pregunta se quedo a medias

-No es nada, tengo nostalgia de Forks eso es todo – le mentí a medias, siempre extrañaría Forks pero no era la verdadera razón – ahí pase los mejores momentos de mi extraña vida – sonreí, - nunca olvidare ese pueblo a la mitad de la nada.

-Hace mucho que no tocabas el piano – observo con una sonrisa, mi tío siempre irradiaba esa paz que te hace sentir tan tranquila, a pesar de que no hablaba mucho con el ni convivía mucho le tenia aprecio y cariño.

-Hace mucho que no controlabas mis emociones – contrataque con una risa, podía sentir las olas de tranquilidad y felicidad – gracias – agradecí y me gire para seguir tocando.

-Te pareces mucho a Edward cuando tocas el piano – pare de tocar, Jazz no era de hacer esos comentarios, me gire de nuevo para mirarlo – también a Bella cuando me miras de ese modo – rio.

Me levante del banquillo aproximándome a mi callado tío a velocidad vampírica para abrazarlo, le sorprendió sin embargo no se negó, me envolvió con sus brazos, no era necesario que tuviera su don para saber que se sentía avergonzado. Lo mire cuando deshice el abrazo.

-Esto nunca sucedió – dije ruborizada en son de broma, mi tío asintió con una sonrisa.

Me volví acomodar en el piano para seguir tocándolo. Deje que las notas de la nana de mama fluyeran de mis dedos, esa es de mis canciones favoritas relajante, con cierta nostalgia por no decir tristeza, te hace pensar que la esperanza sigue viva.

POv. Edward

La casa de Caroline era enorme ¿por donde empezar?

-Edward – me llamo Rose, voltee a verla y tenia esa expresión en rostro, nueva al parecer porque nunca la había visto – gracias, por todo. – me agradeció.

Quien dice que Rose no tiene un lado amable.

-Su casa es enorme – observo mi hermana – me alegro que Carlisle y Esme nos ayuden investigando en los registros – todos hablamos siempre con respeto a nuestros padres.

Comenzamos a caminar por el jardín-bosque de su casa. Nos detuvimos en la ventana que daba a su sala, tocaba el piano con aire distraído como si no fuera consciente de ello. Era esa irritante canción, la que compuso ese Volturi a mi Nessie, claro ella no era consciente de eso.

-Eso se llama plagio - ¿Alec? No era una ilusión estaba dentro de su casa.

-Invadir propiedad privada también lo es – le dijo con naturalidad.

-Técnicamente me dejaste entrar – rebatió con una sonrisa. – Cuando Reneesme me conto que estuviste en el hospital no me quedaría sentado sin hacer nada – un Vulturi preocupado por alguien, esto no es cosa de todos los días.

Hay que sacarla de ahí podría hacerle daño – pensó Rosalie.

-Alto – la detuve – hay que… esperar; no veo peligro – la tranquilizo un poco pero no del todo.

¡¿Cómo que mi Reneesme le conto?! Tendría una charla muy seria con ella; ¿Se verían a escondidas?, ahora me daban ganas de entrar y sacarle las palabras a golpes, esta vez fue Rose quien me detuvo.

Tranquilo, - me retuvo del brazo – ya nos dirá Nessie después, bueno eso espero.

Sus pensamientos eran tan tranquilos, ¿sabría algo?

-A si que… se frecuentan – no fue una pregunta, si no una afirmación, Caroline giro el banquillo para quedar frente a él con una ceja enarcada – A si que la frecuentas, Y… dime, ¿Qué se siente estar enamorado? - inquirió conteniendo una risa, fue como si lo estuviera entrevistando, lo cual hizo mucho peor mi reacción.

Gruñí por la bajo, no dejaría que un Vulturi se acercara a mi bebe. La reacción del vampiro no fue lo que espere, sopeso la idea de que fuera verdad, viendo los pros y los contras de la situación. No duro ni cinco segundos pensando esto.

-Così si va con Cullen, e... Come ci si sente ad oggi uno Volturi ex? – le pregunto en italiano en el mismo tono que la pregunta de la interrogante.  

-E 'il migliore – le respondio con un poco de rubor en sus mejillas, un muy buen intento de salirse por la tangente, ¿caroline sabia hablar mas de dos idiomas? Cajita de sorpresas.  

Otra cosa, ¿Desde cuando salia con Lucas? Ya despues le preguntaria.

-Hablando de el – dijo mirando el reloj de la estancia – creo que te tienes que ir, esta por llegar – se recordo.

-En fin solo queria saber como estabas – se encogio de hombros dirigiendose a la puerta para salir – y con la pregunta de antes, bueno... esta de mas, ¿no crees? – le guiño un ojo.

-Definitivamente – tambein sonrio – ¡el seductor de Alec esta enamorado! – exclamo riendo. – sabia que ese dia llegaria, lo que no sabia es que viviera para verlo; - ¿querian que saltara para atacarlo? Estaban jugando con paciencia mas de lo que pudiera soportar, Rose se sorprendio pero no con la reaccion homicida que esperaba, se limito a tragarse la ponzaña que estaba en su boca; caroline se levanto de donde estaba el piano y se acerco a Alec con mirada tierna – Si te atreves a dañarla, lo que Jane te haga se va a quedar corto con lo que yo te voy hacer – sonrio con ternura. Una amenaza nada implicita. – Asi que mas te vale no hacerla llorar porque si me netero que TU fuiste el culpable, el infierno te parecera placentero a comparacion de lo que espera conmigo – Rose se sintio orgullosa por las palabras de la joven, a mi me dieron miedo – fuera de eso espero que seas feliz – lo abrazo. – ahora si fuera, tendre visitas.

-Gracias – dijo no muy convencido; la rodeo con sus brazos, su amenaza surtio el efecto esperado – antes de hacerla sufrir, voy con edward para que me mate, de ser posible con mucho dolor de por medio – sonrio a medias sin rastro de alegria, me lo estaba pniendo toso en bandeja de plata, podia empezar justo en este momento.

-El seria el primero en matarte y bailar al rededor de tus restos mientras te quemas - ¿me leiria la mente? Es justo lo que haria.

-Es muy alentador lo que me dijiste – bromeo el vampiro – ahora si me voy – dijo desaciendo el abrazo – tu noviecito no tarda en llegar – se burlo y salio de su casa.

Corrio a velocidad sobrehumana adentrandose al bosque. La poca... paciencia que le habia tenido por rescatar a mi hija se fue cuando corrio a traves del bosque.

         

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POV. Alec

¿Qué se supone que debo de sentir? Espio a la pequeña niña Cullen, cuando estoy junto a ella las palabras se me quedan atoradas de un modo que jamas me ha sucedido, siempre que trato de acorralarla de alguna manera la situación no termina como quiero, solte un largo e innecesario suspiro de pura frustración, ¿Qué rayos me pasa?

-¿Sucede algo Alec? – me pregunto Adril en tono que denotaba preocupacion.

Adril era una mujer dulce, tanto como un caramelo creo, ya que no recuerdo el sabor de alguno y la comida humana ya no se me apetece desde hace muchos años; es como la madre que Jane y yo quisimos tener en su momento, no recuerdo muchos de ellos los recuerdos con el tiempo se vuelven borrosos y confusos, y para mi ya ha pasado mucho.

-Nada, estoy bien. – le respondí con mi mejor expresión para no preocuparla.

-Jane y tu llevan mas de una década con nosotros para que pueda creerte eso, dime ya que te sucede en realidad. – insistió. A veces me pregunto si su intuición no será un don mas en ella; siempre tan maternal y amable, agradezco el dia en que nos topamos a los Di Antoni. - 

¿Se trata de alguien? – volvi a intuir.

-Es una chica, no logro sacármela de la cabeza por mas que quiera. – hable con la verdad dejándome caer en el sillón de la sala de estar. – juro que si mi cabeza pudiera doler, explotaría. – me masajee las sienes.

-¿Cómo es la chica? – me pregunto con curiosidad. Jamas podría decirle que no a ella, ni hacerle una groseria, era simplemente imposible.

-Es de estatura media, cabello bronce en rizos, mejillas que se sonrojan con facilidad, toca el piano, practica ballet, le gustan las compras, ahhh… olvido lo mas importante: se llama Reneesme Cullen. – dije por ultimo. – tambien que es realmente hermosa.

-Te estas enamorando hijo, eso es todo no es algo a lo que tengas que temer.

La mire como si se hubiera vuelto loca, ¿lo decía enserio?

-Se que como te las gastas con las mujeres. – enarque una ceja. – vampiras, quiero decir. Sabes que no apruebo eso, pero eso de que no te la puedes sacar de la cabeza… bueno, es el primer paso para el amor. – solto una carcajada.

-Creo que has enloquecido mama, es de locos pensar eso. – le di un beso en la frente, mejor salgo a distraerme antes de que me lo crea. – regreso en un rato.

-Alec, - me llamo antes de que me fuera. – Soy vampiro, no puedo enfermarme eso quiere decir que no puedo enloquecer, asi que estoy totalmente cuerda con lo que te digo.

-Es una Cullen, Adril. – casi le grite. – Te recuerdo que años atrás trate de acabar con ella y toda su familia, es imposible.

-Te recuerdo que eso fue hace años. – me levanto un poco la voz. – Es tiempo de que te des otra oportunidad. – negué con la cabeza. – piensa Alec, ¿en que momento cuando te pedi que la describieras mencionaste algo malo de ella? – me atrapo con mis propias palabras. – Es tiempo para que empieces a demostrar que has cambiado, ahora puedes negar que sientes algo por ella, pero el tiempo es lo que lo que me dara la razón.

Con esas ultimas palabras Sali corriendo de la casa.

Aun recuerdo como negué con una convicción de la que ni yo me creía capaz lo que ahora me es imposible negar: estoy enamorado de Cullen.

Todas las veces que trate de deslumbrarla funcionaba como por menos de treibta segundos, después me recordaba que convivia con ocho vampiros y medio mas, asi que lo que hiciera no tendría el efecto deseado.

Cuando la vi en la fiesta con ese vestido amarillo que la hacia ver mas hermosa que de costumbre no pude contenerme y robarle un baile o dos o tres, la verdad ni me di cuenta de cuantas canciones bailamos. Había algo tan… no encontré las palabras para describir lo que sentí, simplemnte fue perfecto; en ese momento no eramos mas que dos personas bailando, a pesar de que nos confesamos nuestros “secretos”, incluso me alegre que no recordara quien era yo.

Cuando Jane regreso de su largo viaje por el mundo se entero de que había una chica, solo pudo decir que en cuanto consiguiera lo que deseaba la dejaría, sin embargo se equivoco. Cuando se entero de que era la misma niña a quien intenatamos destruir hace mas de quince años, decir que su furia crecio hasta el cielo era quedarse corto. Me reclamo una y otra vez por mis “emociones descontroladas” como las llama ella, que esto terminaría mal, que me quería demasiado para que sus padres y toda la familia terminara matándome al enterarse de que podría llegar a salir con su hija, etc.

Marco no lo creía, cuando se entero, porque su dulce y tierna esposa hizo que se lo contara, se carcajeo a mas no poder. Tampoco creyo que me había enamorado, hasta que la encontramos en ese bosque tirada y mostre por primera vez mi preocupacion por ella. Adril solo sonrió cuando toque el piano frente a todas esas personas, los Cullen, la familia humana de Bella Swan, un lobo incluidos, con Caroline cantando una canción que se había aprendido hacia media hora… supe que tenia razón. Ese dia pedi que llenaran el camerino de Reneesme Cullen con rosas, me recordaron tanto a ella. Fortaleza y belleza en una sola. Nadie seria jamás como ella y yo nunca volverían a ser jamás el mismo. Ya no podía negarlo más: estaba totalmente enamorado. Una niña me robo mi frio corazón de piedra, ahora venia el contra: ¿ella sentiría lo mismo? Actualmente puedo decir que si, estoy idiotizado por el amor.

Ya no importaba si toda su familia me odiaba, que ella estuviera peleada con ese sentimiento, que Caroline y mi hermana se burlaran, admitir que a la que considero mi madre tenia razón, oír los consejos de Marco… todo eso quedaba en segundo plano. Pero aun no me venia lo peor.

Cuando se entero de quien era realmente, cosa que jamás debió suceder, salió corriendo sin tiempo para decirle nada, la seguí pero su olor se perdió y horas después lo encontré en la misma dirección en la que yo iba.

Le pedí que se detuviera, que tenia que explicarle lo ocurrido implorarle perdón si era necesario, solo asintió y se alejó de mi, no esperaba menos. Es la primera vez que me sincero con una persona, nunca le conté a nadie mis verdaderas razones para dejar la guardia, Jane tenía sus razones solo estábamos de acuerdo en una cosa: ya no podíamos pertenecer más a la guardia, eso era seguro.

Le conté todo, omitiendo detalles que no valían la pena. Esa noche me sentí en mi cielo personal, ya que nunca llegaría ahí. Me gusta verla dormir, sus sueños son tan coloridos y vividos que pensarías que realmente estas dentro de ellos. ella es especial, de eso no cabe duda.

-¿En que piensas? – me pregunto quitando su vista del cielo oscuro.

Sonrei tomando su mano.

-Siempre pienso en ti. – admiti. Me empece a acercar para besarla.

-Yo tambien, cuando Edward no esta cerca. – fue ella quien redujo el espacion para que nuestros labios se juntaran soltando una risita. – no se que haría sin ti, me alegro de haberte conocido.

-Yo me alegro que puedas sentir algo por mi. – la sente en mi regazo. – soy diferente cuando estoy contigo, soy mas yo.

-Te amo. – fijo su vista en el cielo.

Era la primera que me decía esto, si mi corazón latiera ya me hubiera dado un paro cardiaco, el de ella no estaba lejos.

-Yo tambien, siempre. – le asegure besando una de sus mejillas. – es tiempo de volver.

Suspiro.

-No queremos que el suegro nos asesine. – se burlo mi novia.

-Moriria por ti, no tengas duda de eso. – admiti mirandola directamente. – pero hoy, todavía tengo mucho que disfrutar a tu lado.

Toda la eternidad, dije para mis adentros esperando que fuera cierto.