3. Inesperado

POV. Edward

Supe que algo andaba mal desde que mencione que vivíamos en Forks, a Ness se le agitaba la respiración con la sola mención de ese lugar y mas cuando Caroline menciono La Push, no culpo a la chica; por extraño que parezca me agrada, no se nos queda viendo como si fuéramos fenómenos, su corazón lleva un ritmo normal cada vez que hablamos y aunque Ness nos lo admita también le agrada, a veces se le olvida que su padre lee mentes. Si no fuera por el hecho de que no puedo leer sus mentes podría llegar a pensar que ella sabe lo que somos en realidad o por lo menos tiene una idea; pero de todos modos solo era una humana que se le podría hacer cambiar de parecer en cualquier momento, juzgársele por loca en cuanto decidiera revelar el secreto o cosas por el estilo… nunca nadie le creería.

-¿Estarás bien? – pregunto la chica claramente preocupada, ella preocupada por una chica que conocía de hace como una hora.

-Lo estaré – respondió Ness, sus pensamientos claramente dolidos… ahí fue cuando todo me cayo encima, ella realmente estaba mal muy mal pero se había encerrado tanto en ella misma que bloqueo muchos de sus pensamientos, después de todo si había heredado algo del don de Bella aunque no estuviera muy consciente de ello, sufría a su manera.

-Mi mejor amiga también decía eso –Caroline hablo con dolor– cada vez que le preguntaban, - continuo y una pequeña sonrisa casi imperceptible se dibujo en su rostro – lo dijo tantas veces que hasta perdí la cuenta, y… ¿Sabes cuantas de esas veces lo que decía era real? –Ness negó con la cabeza las palabras no le salían – Ninguna. – dijo con tristeza.

Me quede viendo a la chica expectante la verdad es que ningún humano, aparte de Bella había hecho que yo le prestara atención solo me bastaba con… leer su mente. En algo mi hija tenia razón, me fiaba demasiado de mi don.

-Se me fue el hambre abuela estaré en mi habitación – estaba enojada claramente enojada, pero ¿porque?

-Caro… sé que no es el mejor momento pero mañana tengo que viajar a donde esta tu padre – a si que de eso era la llamada, Caroline rodo los ojos como si la idea de su padre le desagradara - ¿no te molestaría quedarte sola esta semana? – le pregunto con recelo.

-No importa no es la primera vez que me quedo sola –su sonrisa volvió a aparecer y Ness tenia razón en algo: tenia un humor contagioso– y no te preocupes no habrá fiestas salvajes ni fotos comprometedoras en internet. – Pensé que era una broma pero su abuela entrecerró los ojos de manera imperceptible – Ese tipos de errores no se cometen dos veces – agrego. Hubiera reído a no ser que lo que decía era en serio.

Edward – escuche la voz de Bella en mi mente – invítala a la casa, no esta bien que se quede sola, además ya viste la mirada de su abuela… no la quiere dejar sola.

Asentí imperceptiblemente. Mi Bella siempre tan buena.

-Si gusta – dije con la voz que uso normalmente para ser persuasivo y que nunca me fallaba – Caroline puede quedarse en nuestra casa hasta que usted regrese. – ofrecí.

-¡¿Que?! – exclamaron Reneesme y Caroline al mismo tiempo, Reneesme con algo mas que sorpresa en la voz y en sus pensamientos.

-Ya sé que suena algo extraño – luche por encontrar las palabras correctas – pero…

-No queremos que Caroline se meta en problemas en su ausencia Agatha, sabemos que nos acabamos de conocer pero que serle de utilidad ahora que esta por viajar – como siempre Bella siempre hallaba las palabras correctas – además creo que a Reneesme no le vendría nada mal algo de compañía – agrego. En parte esas eran sus intenciones, la chica le agradaba no lo dudaba pero también vio la reacción de nuestra hija, su risa, su voz y si Bella pudiera leer la mente seguro que también sus pensamientos – comprendo que desconfié pero le aseguro que Caroline estará muy segura con nosotros – Insistió.

-¿En donde esta mi papa ahora? – pregunto Caroline con seriedad.

-Italia – respondió temerosa.

-Ni creas que te dejare ir sola a ese lugar – su mirada estaba con tanta preocupación y enojo.

Me estaba perdiendo de algo definitivamente pero ¿Qué rayos era?, ¿Por qué le daría miedo dejar a su abuela ir a Italia?

-¿No te quieres quedar con nosotros? – pregunto Reneesme inocentemente.

No era el tono inocente con el que preguntaba cuando se burlaba de alguien – algo muy común de unos meses para acá – era el que usaba cuando algo realmente le preocupaba y lo que le preocupaba era algo tan… inlógico. Rechazo. Pensaba que ella se había dado cuenta de nuestro secreto, de que somos peligrosos y le haremos daño, si definitivamente somos peligrosos pero dudo que se dé cuenta no hemos dicho algo comprometedor, y en todo caso de que lo notara nos iríamos sin dejar rastro.

-Exactamente a donde iras abuela – ni siquiera era una pregunta era una exigencia.

-Venecia – respondió tranquila.

En ese momento el cuerpo de Caroline se relajo, una reacción que no entendí por completo.

-Menos mal – dijo despreocupada. – Supongo que tengo que acomodar algunas de mis cosas – dijo con una sonrisa en dirección a Reneesme – nos vemos mañana… - su celular empezó a sonar.

Lo saco del bolsillo de su pantalón y sonrió al ver quien la llamaba. – Matty – contesto a modo de saludo.

-Odio que me llames así – le respondió el chico de manera burlona.

-Esta bien, sabes tengo visitas en mi casa y creo que los he dejado sordos con mis gritos – recogió su plato con comida con los cubiertos encima y su celular recargado entre su hombro y su oreja, y se apresuró a subir las escaleras. Eso que se le había ido el hambre.

Aunque claro con un oído tan fino como el nuestro la escucharíamos a kilómetros a al redonda, decidí darle su espacio. Era imposible no sentirse feliz con esa chica por ahí.

-Supongo que eso es un si – dijo Agatha con una sonrisa – gracias, la verdad es que no me gusta dejarla sola. – agradeció.

-No tiene nada de que agradecer – dijo Bella – le aseguro que estará segura con nosotros. – las sonrisas de Bella aun me quitaban el aliento son tan perfectas. Ella es perfecta – además creo que a Nessie le vendría bien algo de compañía – miro a Reneesme con una pequeña sonrisa – somos nuevos en el pueblo y no conocemos a muchas personas.

-Pues bienvenidos – dijo cordialmente; también Agatha empezaba a caerme bien – Si buscaban alejarse de la sociedad este es el lugar correcto, y podría agregar que les gusta el clima lluvioso porque en Forks nunca deja de llover. – esta señora me desconcertaba al igual que su nieta era tan… perspicaz y observadora. Hasta podría llegar a la conclusión de que tanto ella como su nieta sabían nuestro secreto. - ¿Se quedan a comer? – pregunto.

-Ya se hizo tarde – respondió Bella – otro día quizás, además creo que Ness tiene tarea que hacer.

Todos lo creían imposible, pero Bella aprendió a mentir que hasta logro engañar a Alice, algo definitivamente imposible pero lo logro, ya nadie nunca se burlaría de que en su vida humana Bella haya sido la peor mentirosa de la historia. Además de que a ninguno de los dos se nos apetecía la comida humana, era simplemente asquerosa.

-Gracias por todo – dijo despidiéndonos en la puerta.

-Mañana pasaremos a recoger a Caroline después de la escuela – aseguro Bella con una sonrisa sin enseñar los dientes.

-Muchas gracias no tengo como agrade… - la interrumpí.

-No tiene nada que agradecer – me le adelante – es un placer ayudar a alguien que nos a
ofrecido su amabilidad sin siquiera conocernos del todo bien.

-Créeme que los conozco mejor de lo que crees – dijo con una sonrisa tan cálida que hizo que ignorara su extraño comentario – de todos modos gracias.

Salimos de su casa y ahí fue cuando me cayó todo encima. Sus palabras resonaron en mi cabeza como un eco “Créeme los conozco mejor de lo que crees”, que es lo que querría decir con eso. Caí en la cuenta de que habían vivido en Forks el tiempo suficiente como para enterarse de lo que la gente decía de nosotros…

-Edward – apenas estaba consciente de que ya habíamos llegado a nuestra ahora casa – Edward, ¿Estas bien? – me preguntaba Bella.

-Si, es solo que me sorprende que siendo humanas no se alejen de nosotros ni siquiera parecía que tuvieran miedo – explique, no mentía porque una parte era cierta pero también lo dije para convencer a Bella de que todo estaba bien lo cual no funciono porque me seguía viendo con preocupación.

-Bueno Ness y que opinas de las visitas que tendremos – le pregunto Bella a nuestra hija la que miraba distraídamente por la ventana.

-Creo que ya debemos de bajar del auto – dijo para zafarse del asunto.

Reneesme fue la primera en bajar seguida de nosotros, subió directo a su habitación con la excusa de “voy a hacer la tarea”, como si no le quedara suficiente tiempo, cuando precisamente el tiempo para nosotros sobraba. Bella en vez de preguntarme que paso por mi mente realmente cuando conducía de regreso, me beso empujándome hacia el sofá hasta quedar sobre mí regazo.

-Te amo – dicho esto me beso de nuevo.

-Te amo – dije. – Siempre – pronuncie con fervor, - ¿Por qué tan cariñosa? – le pregunte con curiosidad.

-No te gusta que lo sea – dijo con el ceño levemente fruncido.

-Me encanta cuando te pones así – bese en donde se formo esa pequeña arruga en su frente, sonrió – ¿quieres saber lo que pensaba mientras conducía de regreso? – Asintió lentamente – entonces, ¿Por qué no preguntaste? – inquirí confundido.

-Quería saber si me lo decías por ti mismo – su sonrisa se hizo mas grande – y creo que lo logre.
Los dos reímos. Y me volvió a besar. Nunca me cansaría de los besos de Bella, sin restricciones, me parecía igual de cálida que cuando era humana. Ella siempre iba a ser mía.

-Ahora es cuando dices te lo dije – Bella rompió el murmullo de nuestras risas, la mire con confusión – nunca me arrepentiré de haberme casado contigo.

-Hasta que lo admites en voz alta – reí y se unió a mis risas. – nunca voy a dejar de amarte. – le prometí y la volví a besar.