21. !Heroe!

Hola mis lectoras, espero que hayan rekogido su premio me ekiboke no es en la entrada Cheer... aja es en la entrada momentos (19) bueno aki les dejo otro capitulo que espero sea de su agrado, les advierto es algo fuerte pero ya veran como tiene que ver kon la historia!! lo entenderas en unos veinte kapitulos mas, en algun momento les dije que la historia iba para largo jaja :) ojala les guste y me den su opinion que para es muy importante. los quiere Meli:P

POv.Reneesme

Entre a mi casa sin molestarme en el regaño/castigo que me esperaba. Mis padres estaban en la sala subí las escaleras con rapidez tropezando con Lucas. Ya no aguantaba mas me eche a llorar a sus brazos.

-Ness tranquila – me decía acariciándome el cabello – no se ni porque tengo que preocuparme
– dijo en broma, me saco una risita – ves es mejor cuando ríes, no sé que habrá hecho Edward esta vez pero tuvo que ser algo realmente serio – me cargo en sus brazos como si fuera un bebe y me llevo hasta mi habitación – ¿me dirás que te sucede? – me pregunto fijando la vista de sus ojos oscuros en los míos.

Asentí débilmente, coloque mi mano en su mejilla mostrándole todo lo que sucedió en casa de Caroline.

-Creo que… - medito todo por unos minutos antes de responder – te molesto mas el hecho de pensar que no confía en ti que la discusión que tuvo con Caroline, además de que te da
miedo perder su amistad. – lo mire con mas lagrimas, eran tan difícil para papa ver lo que Lucas decía, ya ni porque podía leer mentes – y a mi también me da miedo que pierdas su amistad, mejoraste mucho desde que la conociste – abrí los ojos con sorpresa sin aceptar lo que había dicho – sigue sin agradarme, - aclaro para que no me hiciera ilusiones con mi loca teoría. – entiendo que estés enojada con el, no tiene justificación que se comportara como un padre celoso, ahora – me miro con seriedad – aunque a Edward le cueste admitirlo también el la ve como una hija mas, la quiere como a una, además de sus costumbres de principios de siglo XX. – concluyo con una mueca.

-No me gusto que la tratara así – le dije por medio de mi don – además no es nadie para juzgarla, su abuela lo permitió no tendría por qué haberse metido, no era su asunto.

-En eso tienes razón – bueno por lo menos alguien me entendia. – debes descansar mañana hay colegio.

-Gracias – lo abrace si estuvimos por un buen rato – creo que em tengo que poner la pijama y dormir – era mi forma de decir sal de mi habitación que necesito privacidad.

-Todo mejorara enana ya lo veras – beso mi frente y salio de mi habitación.

Después de cambiarme de ropa cai dormida en mi cama.



POV. Lucas

-Edward – susurre no quería arriesgarme a que Ness me escuchara si es que aun no dormía.

-No te preocupes duerme tranquilamente – estaba frente a mi con gesto abatido – ¿en serio me veo tan mal? – pregunto. Asentí torciendo el gesto.

-No te diré lo que hiciste mal porque estoy seguro que ya lo sabes – eso era lo que necesitaba saber mi trabajo aquí esta terminado, pase a un lado de él camino a mi habitación.

Me jalo del brazo antes de que diera un paso mas.

-Edward no soy un espía – me zafe de su agarre con brusquedad – Ness es lo suficientemente madura para tomar sus decisiones y que le tengan un poco de CONFIANZA – remarque esa palabra – no te cuesta nada otorgarle un poco – me miro amenazante – no es mi culpa que Bella no te quiera dirigir la palabra en estos momentos, sabes que antes de que pasen dos horas se le pasara el enojo – suavizo un poco su expresión – mañana habla con ella, habla con Caroline, habla con ese chico Matt les debes una disculpa de las grandes. – le sugerí.

-Ese chico no me agrada – a veces leer la mente trae serias consecuencias. Como se nota que me ha puesto tanta atención – pensé con sarcasmo.

Lo quite del medio y entre a mi habitación. Me esmero por encontrar las palabras correctas y no gritarle muchas cosas en su cara – que si se merece – y solo me dice cinco palabras sobre un chico que apenas conoce y ya lo esta juzgando; ni sus celos de hermano/padre encajan con esta situación, basta con que diga que ni yo me pondría a si, claro que lo haría después de saber las intenciones que tiene el chico y cosas por el estilo pero cuando lo conoces de veinte minutos no se debe de armar una escena a si. El sueño se me fue por mas que trate de dormir, no pude pegar el ojo en toda la noche. Eso quería decir que iba a estar de un humor de los mil demonios.

La familia estaba en la mesa desayunando, bueno solo Reneesme comía, Edward la veía suplicando con la mirada llena de culpa y Bella, bueno ella siempre trataba de calmar la situación y por consiguiente se notaba mas tranquila solo en apariencia, podía llegar a asegurar que deseaba romper el incomodo silencio de la atmosfera.

-Buenos días – salude.

Ness se levanto y me abrazo dándome un beso en la mejilla, Edward me fulminaba con la mirada y Bella me ofreció el desayuno. Nessie no volteaba a ver a Edward aunque sintiera su mirada encima de ella; Edward tampoco pensaba en desviarla.

-Ya me canse de todo esto – me levante de la mesa realmente frustrado – dejen de comportarse
como un par de adolescentes porque no lo son – les grite a los dos antes mencionados – siempre, los dos – enfatice – dicen cosas sin pensar. Nadie es perfecto y los dos son un par de orgullosos sin remedio; se nota que es tu hija – esto último dirigido para Edward.

Tome las llaves del auto junto con la mochila y me apresure a salir a la escuela, no me importaba llegar temprano solo quería salir de mi dulce hogar – nótese el sarcasmo.

Muchos pensarían que vivir con una familia de vampiros adolescentes y una hibrida seria algo totalmente diferente o fácil, pues no lo es. A pesar de Edward tiene mas de un siglo saca su lado celoso cuando no debe, es decir, puede controlarse en un ambiente donde la sangre lo rodea pero algo tan normal le asusta; Bella, bueno ella es la mas tranquila en estos casos por lo menos sabe escuchar; Reneesme, la enana es igual de impulsiva que su padre claro que también tiene algo de Bella, su indiferencia y sensibilidad, pero en estos casos no ayuda mucho, lo peor es que los tres son unos testarudos – mas Edward y Ness – además de orgullosos. Conclusión: nunca arreglaran nada si siguen a si, deberían considerar ir a terapia familiar y yo junto con ellos.

La escuela estaba vacía en cuanto llegue, algo bueno para variar no quería que nadie me molestara, estando de este humor quien sabe que seria capaz de hacer.

-¡Déjame en paz! – gritaba alguien.

-No lo creo preciosa – reconocí la voz de la chica: Caroline.

Inconscientemente me acerque mas hacia donde provenía esa voz. Caroline estaba atrapada entre la pared y el cuerpo de un chico que se me hacia conocido, pero no sabia en donde lo había visto.

-Eric aléjate ya – le dijo con voz amenazante forcejeando – lo digo enserio o yo misma me encargo de borrar esa sonrisita de suficiencia de tu rostro – eso solo provoco que el chico sonriera mas. Le escupió en el cara – ya te dije que te alejaras – no sonaba como una advertencia era una suplica.

La mano del tal Eric iba subiendo por el muslo de Caroline; dirigió la rodilla a la entrepierna de Eric pero este la esquivo. Ya iba subiendo su falda, quería abusar de ella. El descubrimiento me callo como balde de agua fría, no lo permitiría; no me importo que yo fuera el que terminara con su vida – por su sangre – ella no podía con esto; respire hondo y corrí a velocidad humana a
donde se encontraba.

-Te dijo que te alejaras – dije con la voz mas amenazante que encontré.

-A ti nadie te esta hablando – me espeto – nadie pidió tu ayuda.

Los ojos de Caroline se reflejaban el miedo junto con las lágrimas que luchaban por salir.

Tome la muñeca del idiota de Eric para apartársela, lo hice con brusquedad. Por supuesto que se enojo pero después de todo solo era un débil humano que podía quitar de mi camino de un simple empujón. Le di un puñetazo en su sonrisa de suficiencia y sangro a más no poder chillando de dolor, su sangre no era nada apetecible.

-Esto no se quedara a si Cullen – salió corriendo como el cobarde que es, ¿me conocía? No tenía tiempo para desperdiciar mis pensamientos con ese degenerado.

Caroline estaba en shock, las lágrimas no dejaban de resbalar de sus mejillas con la vista perdida en algún punto de su conciencia, estaba inmóvil en el suelo con las rodillas pegadas a su pecho; soplo una brisa fría que trajo so olor conmigo, mi garganta ardió como nunca, contuve la respiración no era momento para pensar siquiera en acabar con su vida. La levante del suelo, corrí a velocidad humana hacia mi auto, arrancando a toda velocidad hacia el hospital. Marque a Edward esperando que tuviera turno en el hospital.

-Lucas, pensé que aun estarías enojado con nosotros – dijo con culpabilidad.

-No es momento para sarcasmo e ironías – dije con brusquedad – ¿En donde estas? – le pregunte suavizando mi tono.

-En hospital en donde más puedo estar – respire una vez para calmarme y no decir ninguna
estupidez.

-Prepárate porque llevo a una paciente muy especial en estos momentos – ya casi llegaba.

-Lucas, ¿De quien me hablas? – ahora si estaba preocupado.

-Ya casi llego, un minuto – colgué.

Volteé a ver a Caroline seguía en las mismas condiciones. Me estacione en el primer lugar libre que vi libre y cargue a Caroline hasta el hospital. Se agarró con fuerza del suéter que llevaba esa mañana, sollozando contra el, por lo menos reacciono.

Su respiración era cada vez mas agitada, hasta el punto de volverse hiperventilación. Corri aumentando mi velocidad a la sala de emergencias donde ya debía encontrarse Edward, en efecto ahí estaba mirándome con una cara de pocos amigos.

Yo no hice nada… aun – pensé – créeme no es lo que parece.

Lo mas seguro es que creyera que la había atacado o algo por el estilo, no tenia tiempo para eso le mostré en mi mente lo que sucedió mientras él la tomaba en brazos para acomodarla en una camilla.

-Caroline, - la llamo con la preocupación pintada en el rostro - ¿me escuchas? – le
pregunto.

Nada. Eso fue lo que sucedió. Ahora que la veía bien, sin rencor, frustración u orgullo en mi sistema, podía decir que era bonita, algo que definitivamente no había notado hasta ahora, Edward me miro con sorpresa y una clara mirada de “hasta ahora te das cuenta en el momento menos indicado”.

-Avisen a su abuela por favor – pidió Edward a una de las enfermeras.

-¿Cuál es su nombre? – pregunto mirando a Caroline.

-Agatha Laurents– respondió Edward sin dejar de mirar a Caroline.

La enfermera asintió y se dirigió a la recepción; creo que Caroline ya era muy conocida en
este pequeño pueblo sino quizás su abuela lo era.

-No se como hacer volverla en si – dijo desesperado – si pudiera leer su mente todo seria mas sencillo – dijo pensativo – háblale. – me pidió.

-Edward no se si pueda – mi garganta ardía tanto que sigo sin saber como he aguantado tanto – necesitas que su abuela venga ella sabrá que hacer, no creo que esto sea la primera vez que le sucede.

-Caroline Mathews – decía la voz de una mujer en la recepción.

-No puede pasar esta siendo atendida… - la mujer no dejo terminar la frase a la recepcionista ya estaba en el mismo lugar que nosotros.

-¿Qué sucede? – pregunto con desesperación y pánico. Detrás de ella venia un chico rubio, ese debe ser Matt.

-Esta en shock no logramos que salga de el – explico Edward; ahora era el Dr. Cullen el que explicaba. – es mejor que Lucas se los diga. – me señalo.

-Bueno llegue a la escuela, oi algunos gritos provenientes de Caroline, fui a revisar y un… hombre – me costo hayar la palabra – quería tocarla – dije con repulsión apretando los puños. – se lo quite de encima, desde entonces sigue asi, no parece siquiera escuhar lo que le dicen.

-Hace mucho que esto no le sucedia – le dijo Matt a Agatha la abuela de Caroline – solo hubo una persona que logro “despertala” – enfatizo esa palabra, un extraño significado.

-Desgraciadamente esa persona no se encuentra disponible ahora – dijo Agatha en un susurro.

-Podemos ir a buscarla si gusta – se ofreció Edward.

Los dos rieron con tristeza.

-No lo entiendes – dijo Agatha con dulzura – ella no se encuentra en ningún lugar, murió hace dos años. – los dos la miramos sorprendidos.

-Hay otra forma – dijo de repente el chico, Matt – pero no se si vaya a funcionar o quieran usarla.

Se dirigió a donde había un pequeño tarro con unas flores, agua. La va a mojar. Nadie se movió.

-Lo siento – dijo y arrojo el agua hacia Caroline.

-Ni se te ocurra mojarme Matty – el agua ni siquiera la toco, ni una gota toda cayo al piso.

Imposible. Su voz sonaba apagada. Como si estuviera muy cansada y sus ojos ya no reflejaban esa chispa de miedo pero tampoco mostraban esa vivacidad.

-Reacciono – dijo Edward sorprendido - ¿Cómo te encuentras Caroline? – le pregunto en tono
amistoso.

-Como se supone que deba estar después de ser casi violada – le respondió en el mismo tono – mejor dicho, por segunda vez – bajo su mirada.

Esto no podía ser posible. Muchas piezas del rompecabezas encajaron en el momento en que pronuncio esas palabras; ella que siempre se veía tan feliz, ¿en realidad lo era?