VACACIONES, DULCE VACACIONES AL FIN!!!!!
Si al fin puedo dormir todo el dia hasta que me cale el hambre:) eso es lo mejor de las vacasiones, para mi.
Ustedes que hacen? bueno espero que respondan las preguntas de su servilleta (oigo canciones de Gloria Trevi en este momento)
Ya me estuve pasando por sus blogs, ahora si! ya que tengo tiempo tratare de no atrasarme, cosa que veo dificil pero tratare! Este capitulo, no me vayan a odiar! por favor! :/ mas las que son Team Jacob, ya saben una que es Team Suiza, pues no batalla con eso:P!
Ahora escucho la cancion de "Frente a frente" - cover la Fievre Loka, me encanta sus canciones puros covers pero te ponen a bailar:P si me pongo un poco melancolica bueno, ya sabran por que.
:OOO!!! ya casi lo olvidaba, pues... Los vi en vivo, fue genial!!! los ame! estaba en el segundo piso de la arena y les juro que casi le queria hacer como en las peliculas que se habian para que los demas los cachen y los vayan moviendo hacia el escenario:P el concierto estuvo genial:) Hubo mucha musica de pop como de tipo esta de la fievre loka y tambien la leyenda! escuchen la cancion de "Hay algo en ti" - la Leyenda, esta genial, y es de mis favoritas.
Bueno ahora si les dejo el capitulo, si comentan me haran mas feliz que de costumbre:) y si se rolean (no se de donde saco esas palabras) mi blog, osea que si lo comparten con sus amigos y familia y todos ellos, los amare mas.
Tambien que se pasen por mi otro blog, esta aqui al ladito ------------> en un link que puse al costado del blog:) y que voten en la encuestita de aqui al lado tambien:)
Ahora si el capitulo, cuidense y un beso de tamaño colosal!:)
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Entre por la puerta principal, de todas maneras mis
padres ya deben estar enterados de mi ausencia y un regaño de tamaño colosal
caería sobre mí en cuanto traspasara la puerta, no tenía caso escabullirme por
la ventana.
-Regresaste al fin. – me abrazo mama como si no me
hubiera visto en décadas.
-Heee… si, regrese. – le devolví el abrazo desconcertada.
- ¿Dónde quedaron los regaños? – me pregunte en voz baja.
-En ningún lado. – me respondió papa no había dado cuenta
de que me miraba fijamente. –
Lucas llamo para avisarnos que estabas en casa de
Caroline.
Asentí, ya con esta le debo como siete.
-De todas maneras nos preocupaste, estuvimos a punto de
llamar a los demás para salir a buscarte. – siguió Edward.
-Lamento haberme ido así, es que… bueno, lo siento. – ni
yo me lo podía explicar, es extraño.
-Ness, ya sabemos que lo de Jacob te afecto mucho pero…
-Mama, espera para empezar ¿Quién es Jacob? – pregunte
sin saber muy bien a que se refería al nombrar a esa persona. Ambos me miraron
sin entender mis palabras, como si les hubiera hablado en un idioma desconocido
para ellos.
-Ness, hija ¿te encuentras bien? – me pregunto mama con
esa voz que usa cuando está verdaderamente alarmada.
-Perfectamente, nunca me he sentido mejor. – asegure con
una sonrisa.
-¿No sabes quién es Jacob Black? – siguió papa frunciendo
levemente el entrecejo. - ¿No te suena el nombre, aunque un poco?
Me encogí de hombros, si conocí alguna vez a esa persona
no la tenía muy presente, el no recordar su nombre es un buen argumento.
-La verdad es que no tengo idea de quien pueda ser,
díganmelo ustedes. – parecían conocer más a este Jacob Black que yo.
-No es nadie importante, cielo. – me volví a abrazar
mama. – Quédate aquí, te hago la cena.
Asentí, mi estómago gruño en respuesta. Me senté el sofá
tomando el control remoto de la televisión.
-Ness, ¿en serio no sabes de quien te hablamos? – me
pregunto papa levemente preocupado.
-La verdad es que no, ¿debería? – pregunte frunciendo el
ceño.
-No, en absoluto. – solté el aire contenido, eso era un
alivio, algo menos de que preocuparme.
-La cena esta lista. – aviso mama desde la cocina.
-Con tu permiso, muero de hambre. – me levante del sofá
oyendo la risa casi invisible de papa por mi comentario. – no te preocupes, te
guardo un poco.
Las clases terminan hoy oficialmente, así que tengo
semanas para hacer nada. Algo genial porque veré a mi novio más seguido.
-Hola hermosa. – Alec me abrazo en el pasillo esquivando
a los estudiantes con facilidad. - te extrañe. – me dio un beso en la mejilla.
-Yo también te extrañe. – tome de su mano para pasar
entre un grupo de chicas que lloraba y se decían cuanto se extrañarían estas vacaciones.
Yo también extrañaría a las demás, pero seguramente nos
toparemos en las calles de este
pequeño pueblo.
-¡Ness! – grito Amelia tacleando a quien sea que se
interpusiera en su camino, solté una risa, eso que es animadora. – Que bien que
te encuentro. – dijo recuperando el aliento. – Ambos están invitados a una
fiesta, es mañana a las ocho en mi casa, sean puntuales. – me dio un beso en la
mejilla y un gesto de cabeza para Alec, supongo que aún tiene ese sentido de
miedo hacia mi novio.
Caminamos con lentitud para salir del edificio, el lugar
estaba abarrotado por todos los estudiantes, lágrimas y abrazos.
-¿Quieres ir a la fiesta? – pregunto Alec mientras
arrancaba el auto.
-No estaría mal, un poco de distracción. – sonreí
batiendo mis pestañas.
-Ness, yo… tenía planeado un viaje. – dijo a modo de
disculpa.
-Puedes hacerlo otro día. – tenía toda la eternidad y un
viaje le preocupaba.
-Es una invitación que Aro nos hace a Jane y a mi cada
año, nunca aceptamos pero esta vez es diferente. – desvió la vista de la
carretera para mirarme. – Si la rechazamos perderemos la oportunidad de
averiguar más sobre las personas que te secuestraron.
Mi mandíbula se me quedo colgando de la impresión.
-¡No! ¡De ninguna manera te dejare ir y ponerte en
riesgo! – exclame.
-Ness, no correremos peligro. – aseguro mi novio con
convicción. – Aro nos teme, por eso cada año la invitación prefiere tenernos de
amigo que de enemigos.
-No estoy muy segura, él los quiere a su lado. – argumenté.
– va a ver sus mentes y sabrá lo que traman.
-No necesariamente, Jane y yo sabemos ocultar muy bien
nuestros pensamientos, ya sabes años de práctica. – me guiño el ojo antes de
estacionar frente a mi casa, no había notado que llegamos. – Y créeme que
ninguno de los dos tiene la más mínima intención de regresar a la guardia.
-No dudo de eso, pero… y si Aro encuentra algo, no sé lo
que sea para que se queden ahí, Alec no sé qué haría si eso sucediera. – me
abrace de el con fuerza, no quería ni imaginarme.
-No sucederá, ya hemos ido antes, ten un poco de fe. – me
devolvió el abrazo.
-Mejor entremos, necesito chocolate. – mi novio soltó una
carcajada por mis ideas en momentos de tensión. – No te rías, lo necesito en
situaciones como esta. – le di un codazo en las costillas.
-Anda, vamos por tu chocolate. - contuvo su risa.
En mi casa no había nadie, pero mama no tardaría en
volver. Me dirigí a la cocina con Alec pisándome los talones. Oí como una de
las sillas era arrastrada por mi novio para sentarse, obviamente no comía nada
solo observaría. Saque la botella de chocolate del refrigerador y tome directo
de ella.
-Te quedo un poco de chocolate aquí. – se levantó y con
el pulgar me quito el rastro de chocolate de mis labios. – también aquí.
Me puse de puntillas para besarlo, me mancharía de chocolate
más seguido. Enrede mis brazos alrededor de su cuello para acercarlo mas, no quería
ningún hueco entre nosotros. Sus brazos me levantaron para colocarme en la
barra de la cocina, una llamita se encendió en mi interior cuando me di cuenta
que esto ya no era un simple beso, era algo más profundo, nunca lo había
experimentado. Mi respiración estaba acelerada por la falta de aire a mis
pulmones.
-Ness, te deseo. – esas últimas dos palabras me
desarmaron por completo. – te sonrojaste, te ves aún más sexy cuando te
sonrojas de esa manera. – mi cara se tornó más roja. – me encanta estas
mejillas. – beso ambas. – Por ahora será mejor que paremos, no es momento ni
lugar.
-Yo también pienso eso, lamento interrumpirlos. – mi
madre observaba curiosa la escena con esa mirada de una larga charla nos espera
después de esto.
Mire nuestra posición, mis piernas estaban enredadas
alrededor de las caderas de mi novio, mi cara sonrojada y la sonrisa
despreocupada de Alec fue lo que complemento la escena.
-Yo… bueno, quiero decir no es lo que crees. – bufe
internamente, soné patética.
-Si es lo que crees Bella, solo que Ness no sabe como
decirlo sin ponerse colorada hasta las uñas, es mejor que me vaya, supongo que
tendrán mucho de qué hablar. – lo mire fulminándolo con la mirada, mi papa lo mataría
y después me encierra en un convento. – eso no sucederá, tu madre lo impediría.
– me susurro al oído. Otra vez mi don, suspire ya se me hace costumbre. – Que
pasen buena tarde, Bella.
El sonido del auto de Alec ronroneo en el silencio de
nuestra cocina, ¿Ahora qué hago?
-¿Algo que quieras contarme? – mama se sentó en una de
las sillas del pequeño comedor. – Sabes que puedes confiar en mí.
-Nunca me había sucedido algo así. – me senté frente a
ella, apoyando mi frente en la mesa
dejando que el cabello cubriera mi rostro.
– no sé qué me paso.
-Lo quieres demasiado. – no fue una pregunta, sino una
afirmación.
-Sí, pero bueno… ¿es normal que pase esto? – pregunte
levantando la mirada con toda la vergüenza del mundo.
-Algo así. – la mirada me mama estaba cargada de
comprensión. – Ness, si tu padre te hubiera visto sacaría la casa por la
ventana.
Ambas reímos, haría más que eso.
-Lo sé, mama es que… no sé, por ahora será mejor olvidar
el tema. – zanje por completo esto. – mejor cuéntame, ¿Cómo te fue hoy? – le
pregunte desviándome por completo.
Me conto su día en las clases, ama la literatura podía
pasar horas hablándome sobre libros y yo escuchándola sin aburrirme.
-Mama, mañana Amelia dará una fiesta en su casa, ¿puedo
ir? – pregunte batiendo las pestañas como niña buena.
-Ness, sabes que ahora no es muy seguro… - suspire, me
imagine que me dirían algo así.
-Hace tiempo que no voy a ninguna fiesta, me siento
encerrada. – proteste con suavidad. – Si quieres alguien se puede quedar de
lejos vigilando, pero en serio quiero ir a la fiesta.
-Pregúntale a tu padre.
-Sabes que dirá que pondrá la misma excusa que tú, me dirá
que no, el insistirá en irme a dejar y recoger a la fiesta, se quedara
vigilando, husmeara en mis pensamientos y en los de mis amigas, no tendré
privacidad. – tome más chocolate directamente de la botella. – ¿puedes hacerlo tú?
El a ti si te hace caso.
-Ya veremos. – me alboroto el cabello, ojala eso
significara un si.