11. Buscando a la fugitiva (1° parte)

POv. Reneesme

Iba para mi clase de biología, no había visto a Caroline desde la mañana en mi casa; no puedo evitar preocuparme por lo que haya pasado por Lucas, puedo estar segura en un 99% que Lucas se intereso en ella, todavía no lo nota pero ya lo hará. Estoy segura. Tendría que esperar para ver a Caroline hasta el almuerzo.

Las clases son aburridas la mayoría de las cosas ya las aprendí, mi familia… son muy buenos maestros. A ellos les debo todo, otra vez esa punzada de culpa, les debía lo que era y hasta mas.

Es mi segundo día aquí y aun no e hecho amistades mas que con Caroline, es extraño ser la nueva. Nunca he terminado el bachillerato en ningún lugar y mucho menos en Forks, seria lindo graduarme alguna vez se que a mis papas les encantaría esa idea, antes no lo creí necesario pero ahora lo que mas necesito es… distracción. Para no pensar… en el innombrable, así decidí llamarlo de ahora en adelante.

-Ella debe ser la nueva… - dijo una chica en un susurro lo que ella no sabe es que mi oído es lo suficientemente sensible como para escucharlo y el tonito en que lo dijo no me gusto nada – no es tan bonita como dicen – dijo con desdén. - ¿Qué estarían pensando sus padres cuando le pusieron esa nombre? – se burlo. Esto no se iba aquedar asi.

Si ella debía ser la chica superficial que debe haber en toda escuela.

-Hola tu debes ser Reneesme, que bonito nombre – me dijo esa misma chica con un tono alegre al final de la clase, que hipocresía – mucho gusto Lucy Mathews – esperen ese es el mismo apellido de Caroline.

-¿Eres pariente de Caroline? – le pregunte con curiosidad pero recelosa por lo que escuche hace unos momentos.

-Así que ya conociste a mi primita – dijo, algo me decía que no le agradaba nada el que fueran familia, además del tono de su voz con desprecio – si yo fuera tu me alejaría de ella – ahora metía cizaña – no es la mejor compañía que puedas tener te lo aseguro. – me dijo con una falsa inocencia.

-Veo que ya empezaste con tu juegos – la voz de Caroline me sobresalto venia detrás de mi y sonaba fría como el hielo.

-Un gusto saludarte prima, yo solo le decía a Reneesme que no le convienes como amiga no después…

-Cállate – le ordeno con esa mismo voz mas amenazante que antes – tu no sabes nada y si no quieres que estampe mi puño en tu rostro será mejor que dejes de molestar – no pude reprimir ese escalofrió.

-Yo ya me iba – dijo Lucy intimidada – espero que te sientes con nosotros en el almuerzo Reneesme – dijo mirando a otras tres chicas – estaríamos encantadas. – dijo con falsa cortesía.

-No gracias – dije con fingida amabilidad – no me siento con personas que no saben usar su cerebro para otra cosa más que para hablar a espaldas de los demás. – tenia que admitir me la estaba pasando en grande.

Dicho esto me gire en dirección a Caroline la cual estaba haciendo grandes esfuerzos para no reírse frente a su prima.

-Vamos a la cafetería – estire la mano de Caroline y pase de lado a su prima. – Se nota que es tu prima favorita. – dije con sarcasmo.

-Odio que sea de mi familia – dijo en un suspiro – antes éramos las mejores amigas y nos contábamos todo hasta que… - ya no dijo nada como si temiera hablar de mas. – mira haya están algunos de mis amigos. – Señalo con una sonrisa – vamos…

-Espera – me jalo de la mano pero me solté de su agarre con toda la delicadez posible – no les molestara que… bueno me siente con ustedes. – le dije con un poco de nerviosismo.

La verdad era que yo casi no tenia amigos humanos por mi condición de medio vampiro era difícil hacerlos por lo general solían ignorarme sobre todo las mujeres y los chicos… me sacaban de quicio que estuvieran tan pendientes de mi. Hice unos pocos amigos pero no sin cierto esfuerzo.

-Ness tranquilízate en serio son buenos y estoy segura que te aceptaran de inmediato – me sonrió para infundirme ánimos. Asentí no muy convencida. Llegamos a su mesa y me sonrieron con timidez todos menos una chica, tome una silla y me senté – bueno ella es mi nueva amiga Reneesme Cullen – me presento di mi mejor sonrisa y sentí la sangre subir a mis mejillas.

-Ness – corregí – es un gusto conocerlos, aunque no se sus nombres…

-Ella es mi amiga Amelia – era la única que no sonreía con timidez su sonrisa era grande como si ya me conociera, saludo con la mano – él es Kevin – un chico castaño con unos bonitos ojos verdes, extendió su mano y me beso el dorso – y Mary – dijo de ultimo a una chica con cabello negro y ojos de color miel con una tímida sonrisa.

-Un gusto – dijeron los tres al mismo tiempo – espero que te sientas cómoda en este lugar- agrego Mary, me empezaba a caer bien.

-¿De donde vienes? – me pregunto Kevin.

-EE.UU – respondí – lo se mi acento es delator.

Los cuatro rieron. Me estaba llevando bien con humanos, me sorprendí de mi misma que les daban de comer a los chicos de Reino Unido que no les dieran en América.

Me encontré con la mirada Lucas; yo supuse que la mía expresaba puras disculpas en voz baja y la del no se creo que lo mismo. “tenemos que hablar” – articule con los labios, asintió. Era hora de pedir disculpas. Pero eso seria al final de clases. Mi hermano – que bien se sentía llamarlo así de nuevo – estaba en una mesa con algunos de sus compañeros conversando como cualquier adolescente, y con muchas miradas de chicas sobre él ya me encargaría de ellas después.

No se porque tengo esa sensación de… celos, si celos aunque me cueste admitirlo. Se que mi papa y mi hermano tienen lo suyo sin la necesidad de hacer nada, pero eso no evita que los sienta. Mi papa bien podría ser mi hermano como la historia que dimos a Caroline y cuando lo vi en la cocina riendo con Caroline y conversando con ella… pff no pude evitar marcar mi propiedad, con Lucas bueno el diferente y mucho. Ha salido con humanas, vampiras, etc. Y yo soy la hermanita menor que ventila sus ocurrencias y vergüenzas pasadas de manera “inocente” ante sus citas. Lo peor de lo ocurrido en la mañana es que creo que Caroline se dio cuenta, espero que no.

Aun me muero de curiosidad por saber que fue lo que paso entre mi hermano y Caroline debo de preguntárselo en algún momento, es decir, a cinco kilómetros de mi casa y si se puede mas para no ser escuchadas, en mi casa no hay mucha privacidad con un padre lector de mentes y que todos tengamos un fino oído me alegraba de que mi mama tuviera su escudo así cuando mi papa no dejaba de molestar le pedía que me cubriera con el.

-Ness – me llamo Caroline sacándome de mi ensoñación – nos toca clase juntas vamos – me apresuro.

No me había dado cuenta que la cafetería estaba casi vacía, bueno de echo solo estábamos nosotras dos.

Salimos con algo de prisa para no llegar tarde a nuestra próxima clase pero vaya sorpresa que nos topamos, ahí estaba la prima de Caroline, recargada de manera casual en los casilleros como si nos estuviera esperando.

-¿Qué quieres? – le pregunto Caroline con un tono osco en su voz.

-A mi no me hablas en ese tono primita – dijo con frialdad.

Caroline de pronto se alteró, fue como si hubiera escuchado algo mas aparte de esa simple frase que la verdad yo no le hallaba un sentido aparte de ser una amenaza. Apretaba sus puños con fuerza como si de pronto quisiera golpearla, su respiración errática junto con el acelerado latido de su corazón me lo confirmaron.

-Deberías alejarte Reneesme en cualquier momento podría explotar y no quieres estar cerca cuando eso suceda – me advirtió Lucy en forma de burla y con una gran sonrisa en su cara – hasta podría ser peligroso – eso hizo que Caroline de un momento a otro la abofeteara. Me quede en completo shock todo fue tan rápido – esta la vas a pagar.

-No lo creo – le dijo con tranquilidad solo aparente tranquilidad – tu vas a regresar a tus clases y vas a ser como si nada hubiera sucedido, de lo contrario serás tu la que se arrepentirá – otra vez ese tono de amenaza, sin embargo, con algo diferente en su voz me pareció mas como una orden que una amenaza.

Lucy dio medio vuelta y se alejó. Un hecho que me dejo totalmente sorprendida ya que hace apenas un instante pareciera que no nos dejaría en paz.

-Ness – Caroline atrajo mi atención – no me siento bien necesito… dile a el profesor que no me sentí bien por favor – me pidió su voz sonaba desesperada y pareciera que estuviera conteniéndose de algo, solo asentí tratando de procesar lo ocurrido hace unos momentos. – Gracias – beso mi mejilla y salió a paso rápido hacia su casillero, bueno eso creía yo.

Las clases pasaron de forma lenta, pero gracias a Dios mi tortura termino al fin. Me comía la incertidumbre sobre Caroline, ni siquiera le pregunte a donde iría. Esto no iba a terminar bien. Lucas me esperaba fuera del auto con una expresión en su rostro que no supe identificar una mezcla de confusión y sorpresa.

-Lucas me tienes que ayudar – le pedí con desesperación.

-¿Qué sucede? – me pregunto con preocupación - ¿Dónde esta la rubiecita tu amiga? – puse mala cara no habían arreglado nada.

-Ese es el problema no tengo ni idea de donde esta – le respondí exasperada. – y deja de llamarla así el que te haya vencido – dije solo para molestarlo me gruño por lo bajo – no quiere decir que no le agrades.

-Ness no me gusta que te juntes con ella – suavizo su expresión.

-¿Te preocupas por mi? – le pregunte con sorpresa después de lo que le dije no esperaba otra cosa mas que completo silencio.

-Siempre me preocupo por ti enana – me sonrió. Hace mucho que no me llamaba por ese sobrenombre tan irritante y que tanto me gustaba – ahora donde puede estar la ru… Caroline – se corrigió al ver su expresión de pocos amigos. – creo que debemos de llamar a Edward y Bella ellos sabrán que hacer. – sugirió.

No quería que mis papas se enterasen pero en momentos desesperados… el regaño seria lo de menos, contando que también Caroline se ganaría uno. Asentí. Lucas saco su celular del bolsillo y marco el número.

Edward Cullen.

Esto no podría ser peor. Me arrepentí de inmediato en cuanto pensé en aquello.